Bajo el nombre de fundaciones u organizaciones sociales, prometen ayuda económica a las personas pero solo les roban. Así funciona la modalidad de la estafa de moda en Salta.
El relato de una salteña en las redes destapó una modalidad de estafa que está de moda en Salta. Denunció que una organización social se quedó con toda la plata de un plan del cual era beneficiaria.
A través de su historia, se conoció como algunas organizaciones sociales en Salta se aprovechan de la necesidad de la gente. Así operan:
Un miembro de la organización, en este caso de la «FOB» le prometen darle un plan social a cambio de sus datos personales. Una vez que se presentan todos los requisitos y se aprueba la emisión de la Tarjeta Banco Nación para cobrar un plan, otra persona de la FOB se contacta con el beneficiario.
El titular del programa debe darle de la tarjeta a los de la organización para que ellos cobren el monto total del programa. Sólo un porcentaje es para el beneficiario. En ese momento, todo huele mal.
Según la denuncia de la mujer, ella tuvo que entregar la tarjeta y aceptar el ínfimo porcentaje. Si no lo hacía, le iban a cortar el plan y se quedaba sin nada.
«Una de las condiciones era que en el momento que comience a cobrar ellos me darían un porcentaje (elegido por ellos mismos) y se quedarían con el resto de manera obligatoria. De lo contrario, se me daría de baja inmediatamente del beneficio ya que ellos poseen todos mis datos para hacerlo. Haciendo uso de mis datos y sin mi consentimiento continúe a no realizar más preguntas debido que esa ayuda económica resulta indispensable para mi familia porque estábamos en una situación extrema», escribió angustiada.
«Confiando en las palabras de estas personas nunca fue de mi conocimiento el monto total de la ayuda social. Además, jamás se me explicó que podía ser beneficiaria si yo cumplía determinadas horas de trabajo», remarcó. Y agregó: «En reiteradas ocasiones me solicitaban más información sobre mi situación, sin embargo solo recibía amenazas de darme de baja. El resto del dinero que ellos se llevaban era, destinados a diversos comedores, pero en ningún tiempo se mostraron pruebas, ni facturas que lo demuestren».
La muchacha que contó todo el calvario que vivió con la fundación contó que «me robaron más de $65.500».