La ministra Bullrich advirtió sobre la presencia de iraníes en la región. Gendarmería nacional duplicó la presencia de efectivos, móviles y logística.
Medidas preventivas
«Frontera Seca», así los califica el comandante Pablo Rodríguez Correcher, Segundo Jefe del estratégico Escuadrón 61 Salvador Mazza de la Gendarmería Nacional Argentina, a los 98 kilómetros lineales que los efectivos a su cargo deben controlar para evitar el ingreso de sustancias prohibidas -cocaína básicamente- y que tiene como delitos conexos el robo de vehículos de alta gama -se usan para pagar cargamentos de droga- pero también otras actividades ilícitas de las bandas transnacionales y del crimen organizado que operan de uno y del otro lado de la frontera. Pero ahora lo que se trata es de evitar el ingreso de miembros de grupos terroristas al territorio argentino.
La Guardia Revolucionaria Islámica
Al referirse a los informes de las agencias de Inteligencia que advirtieron a nivel global sobre posibles atentados en países alineados con Israel, la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich habló particularmente de la posible presencia de 700 integrantes en Bolivia de la Fuerza Quds, un brazo paramilitar de élite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán que opera de manera encubierta y a veces abiertamente en varias partes del mundo con la misma modalidad que el grupo Hezbolá del Líbano y las milicias chiítas en Irak y en Afganistán.
La advertencia de Bullrich se produjo después de dar la orden para reforzar el despliegue de seguridad en la frontera con Bolivia.